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En el entorno laboral, uno de los elementos que a menudo pasa desapercibido, pero tiene un impacto notable en la productividad y el bienestar de los empleados, es la temperatura del lugar de trabajo. Un ambiente térmico adecuado, un bajo nivel de ruido y prácticas laborales saludables contribuyen a incrementar la eficiencia.

Determinar la temperatura ideal para una oficina no es una tarea sencilla, ya que múltiples factores influyen en su definición. En este artículo, analizaremos los diversos aspectos que inciden en la temperatura de una oficina, las normativas vigentes y cómo alcanzar un equilibrio que facilite un ambiente laboral cómodo y productivo.

Temperatura óptima para trabajar en oficinas

Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, la temperatura óptima para realizar labores en una oficina (considerando una actividad ligeramente sedentaria) varía según el clima y el nivel de humedad:

  • Durante el invierno, la temperatura ideal se encuentra entre los 20 °C y 24 °C.
  • En verano, el ambiente debe mantenerse entre 23 °C y 25 °C.

El Consejo de Ministros aprobó el martes, 03 de agosto de 2022, un Real Decreto incluido en el Boletín Oficial del Estado que establece medidas de ahorro y eficiencia energética. Según esta normativa, hasta el 1 de noviembre de 2023, el uso de aire acondicionado debe ser limitado a 27 grados en edificios públicos, espacios comerciales y grandes almacenes, infraestructuras de transporte (como estaciones de tren y autobuses y aeropuertos), hoteles y espacios culturales, mientras que la calefacción no debe superar los 19 grados en invierno.

En ambos escenarios, la humedad relativa debe mantenerse entre el 30% y el 70%. Además, la velocidad del aire no debe exceder los 0,1 metros por segundo, y es importante evitar corrientes de aire en el entorno laboral.

Qué indica la ley sobre la temperatura óptima para trabajar en oficinas

Primero, el Real Decreto 178/2021 del BOE, que aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, establece las siguientes temperaturas máximas y mínimas para los edificios:

  • En verano, la temperatura en una oficina debe situarse entre 23 °C y 25 °C.
  • En invierno, debe estar entre 21 °C y 23 °C.

Además, se aconseja mantener una humedad relativa entre el 45% y el 60% en verano y entre el 40% y el 50% en invierno, y una velocidad del aire inferior a 0,2 metros por segundo.

Es importante resaltar que todas estas medidas están respaldadas por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios. Ahora que conocemos lo estipulado por el Gobierno de España y aprobado por el RITE, analicemos las opiniones de otras instituciones especializadas.

Cuál es la mejor temperatura para una oficina según el INSHT

Los valores de temperatura en el entorno laboral, establecidos por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo para personas que usan ropa de algodón, ropa interior regular, calcetines y calzado, son comparables a los mencionados previamente:

  • Durante el verano, la temperatura de una oficina debe mantenerse entre 23 °C y 27 °C.
  • Durante el invierno, la temperatura debe oscilar entre 17 °C y 24 °C.

En relación con la humedad relativa del aire, se recomienda que esté entre el 30% y el 70%, aunque en casos donde se utilice aire acondicionado, este valor no debe ser inferior al 50%. Además, se sugiere que la velocidad del aire no supere los 0,1 metros por segundo.

Una de las ventajas del teletrabajo es la capacidad de ajustar la temperatura del espacio laboral según las preferencias personales. No obstante, es importante considerar estas recomendaciones para conseguir unas condiciones de trabajo óptimas.

Oficinas y despachos: beneficios de mantener una temperatura ambiente

Para garantizar el bienestar de los trabajadores en su ambiente laboral, lo más recomendable es asegurar que la temperatura de la oficina se mantenga dentro del intervalo térmico definido por el RITE. Este reglamento, preciso y respaldado por la ley de PRL, es fundamental para salvaguardar la seguridad de los empleados en el lugar de trabajo.

Efecto de la temperatura de confort en los empleados

Mantener una temperatura adecuada en la oficina tiene un impacto positivo en la productividad laboral. Algunos estudios indican que una temperatura por encima de los 26ºC o por debajo de los 15ºC puede disminuir significativamente la productividad.

En concreto, investigaciones realizadas por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y la Universidad Técnica de Helsinki muestran que la productividad de los empleados es óptima entre los 21-22ºC. Además, cada grado de aumento en la temperatura puede resultar en una reducción de productividad en un 2%.

Las características fisiológicas de los empleados juegan un papel crucial en la importancia de mantener una temperatura adecuada durante las horas de trabajo. Esto es especialmente relevante para personas con un índice de masa corporal muy alto o bajo, mayores de edad o que padecen alguna patología.

Asimismo, la temperatura también influye en el ambiente laboral. Un ambiente de trabajo cómodo mejora el clima laboral general. Tanto el calor excesivo como el frío intenso pueden llevar a una mayor irritabilidad, cansancio y susceptibilidad en las interacciones entre colegas.

Temperatura en oficinas: normativa a tener en cuenta

En este contexto, es crucial diferenciar entre normativas y sugerencias. Tal y como hemos mencionado anteriormente, estos son los diversos textos que podemos seguir para determinar la temperatura ideal en entornos de trabajo:

  • Real Decreto 486/1997, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. Este instrumento legal incluye la guía del Instituto Nacional de Seguridad y Higiene en el Trabajo, hoy conocido como Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.
  • Real Decreto 1027/2007, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE). Este decreto se fundamenta en las recomendaciones de Prevención de Riesgos Laborales.
  • Bienestar térmico en un espacio climatizado: es una hoja de recomendaciones preparada por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro (IDEA), y se basa en la normativa citada anteriormente.

Humedad en oficinas: ¿Cuál es el porcentaje óptimo?

La relación entre la humedad y la temperatura es estrecha, ya que afecta significativamente la sensación térmica. Al igual que hay recomendaciones sobre la temperatura ideal, los reglamentos también detallan las condiciones óptimas de humedad.

Según el INSST, la humedad relativa debería estar entre el 30% y el 70%, excepto en los locales con riesgo de electricidad estática, donde el límite inferior se eleva al 50%. En cambio, el RITE establece que el porcentaje de humedad debe estar entre el 40% y el 50% en invierno, y entre el 45% y el 60% en verano.

En resumen, una humedad relativa del 40%-60% es ideal para trabajar en condiciones óptimas.

¿Cómo garantizar la temperatura y humedad ideal en el trabajo?

Las organizaciones deben asegurar que las condiciones de temperatura y humedad en el lugar de trabajo sean las adecuadas para sus empleados. No solo se trata de velar por su salud, sino también de asegurar el máximo rendimiento laboral. A continuación, se presentan algunas de las medidas más importantes para conservar la temperatura y humedad ideales:

Factores que influyen en la temperatura de la oficina

Aislamiento del edificio

La temperatura interior de un edificio está directamente influenciada por la calidad del aislamiento. En invierno, un buen aislamiento ayuda a conservar el calor, mientras que en verano, contribuye a mantener el interior fresco, ofreciendo así un entorno de oficina más confortable y estable. De lo contrario, si el aislamiento es deficiente, la variabilidad térmica puede dificultar el control de la temperatura, afectando el bienestar de los empleados. Este aspecto ha sido resuelto eficazmente en las construcciones modernas.

Sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC)

El sistema de aire acondicionado, ventilación y calefacción juega un rol fundamental en la regulación de la temperatura óptima en una oficina. Un sistema HVAC que funcione de manera eficiente y sea mantenido adecuadamente puede ajustar la temperatura con precisión, ofreciendo calor o frescor dependiendo de la estación del año. No obstante, es crucial hallar un equilibrio para prevenir que el aire acondicionado sea excesivamente frío en verano o que la calefacción sea demasiado alta en invierno, lo cual podría impactar negativamente el bienestar y la salud de los trabajadores.

Exposición solar

La temperatura de una oficina también puede verse afectada por la exposición al sol. En los meses de verano, las ventanas que miran hacia el sur pueden dejar entrar más luz y calor solar, incrementando la temperatura interior.

No obstante, durante el invierno, la misma luz solar puede ayudar a calentar el espacio de manera natural, disminuyendo la dependencia de la calefacción.

Considerar la orientación de las ventanas y usar cortinas o persianas para gestionar la cantidad de luz solar que ingresa es crucial para mantener una temperatura adecuada en la oficina.

Ventilación

Mantener una buena ventilación es clave para regular la temperatura en la oficina y asegurar una excelente calidad del aire interior. La adecuada circulación de aire fresco previene la sensación de bochorno, facilitando una mejor distribución del frío o el calor producido por el sistema HVAC. Asimismo, una ventilación eficaz puede disminuir la concentración de contaminantes en el ambiente, mejorando de esta manera la salud y el bienestar de los empleados.

Tipo de mobiliario y distribución

El mobiliario y la manera en que se organiza el espacio en una oficina pueden influir considerablemente en la percepción de la temperatura. Por ejemplo, los materiales como el vidrio y el metal tienden a incrementar la sensación de frío durante el invierno, mientras que la madera, al ser más aislante, puede contribuir a una temperatura más agradable. Además, una disposición inteligente del mobiliario no solo puede mejorar la circulación del aire, sino también impedir la creación de áreas con temperaturas extremas.

La humedad y la velocidad del aire, claves en la temperatura ideal de la oficina

Hemos mencionado anteriormente que la sensación térmica se ve afectada por diversos factores, no solo por la temperatura operativa, a pesar de ser el más relevante. No obstante, no es el único determinante. Por citar otro ejemplo, la velocidad del aire juega un papel crucial y puede ser una cuestión de doble filo. Durante el verano puede ser un alivio, mientras que en invierno puede intensificar la sensación de frío.

En consecuencia, podemos afirmar que la velocidad del aire ideal en una oficina no debe exceder los 0,1 metros por segundo. Más allá de este punto, comienza a impactar a los empleados de manera tanto positiva como negativa. Sin embargo, a largo plazo, los vientos y corrientes de aire rápidos pueden volverse bastante molestos.

La humedad funciona de manera similar. La humedad relativa del aire en nuestros espacios de trabajo debería mantenerse entre el 30% y el 70%. En áreas costeras de España, donde hay alta humedad, se sufre más calor en verano y el frío se siente más intensamente en invierno. La humedad puede alterar notablemente los valores de la temperatura operativa. Asimismo, el uso del aire acondicionado puede secar el ambiente, por lo que se recomienda que la humedad no baje del 50% siempre que sea posible.

Lograr la temperatura óptima en la oficina contribuirá a un mejor rendimiento de los empleados y al máximo confort.

Normativa de Temperatura en la Oficina en España

A lo largo del tiempo, la legislación sobre las temperaturas en oficinas y centros de trabajo en España ha experimentado cambios significativos. Una de las normas fundamentales es el Real Decreto 486/1997, del 14 de abril, que fija las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, incluyendo la regulación de la temperatura.

De acuerdo con esta normativa, las empresas deben asegurar que en los locales de trabajo sedentario, típicos de oficinas o similares, la temperatura se mantenga entre 17 y 27 grados; mientras que en los locales donde se realicen trabajos ligeros, esta debe estar entre 14 y 25 grados.

Más tarde, se promulgó el Real Decreto-ley 14/2022, de 1 de agosto, que introdujo un plan de choque para el ahorro y la gestión energética en la climatización de recintos habitables, incluyendo los centros de trabajo.

Este plan estipula que, durante las épocas frías del año, la temperatura del aire en los recintos calefactados no debe superar los 19 grados centígrados; y, durante las épocas calurosas, la temperatura del aire en los recintos refrigerados no debe ser inferior a 27 grados centígrados.

Este decreto-ley se aplica a empresas que operan en centros o lugares de trabajo de usos administrativos, comerciales y centros de pública concurrencia.

Aunque no he podido localizar información exhaustiva sobre todos los cambios cronológicos en la normativa relacionada con la temperatura en oficinas y centros de trabajo en España, es recomendable consultar fuentes oficiales del gobierno español o bases de datos legislativas para obtener una perspectiva completa y detallada sobre la evolución de esta normativa.

Legislación Actual

En España, la regulación de la temperatura en los lugares de trabajo se encuentra principalmente bajo la jurisdicción del Real Decreto 486/1997. Dicho decreto define los requisitos mínimos de seguridad y salud en los espacios laborales, abarcando aspectos como la temperatura.

Rangos de Temperatura

De acuerdo con esta normativa, la temperatura en las oficinas donde se llevan a cabo actividades sedentarias debe oscilar entre los 17 y los 27 grados Celsius.

Implementación de la Normativa en la Oficina

Evaluación del Ambiente de Trabajo

Para garantizar que tu oficina se ajusta a las normativas vigentes, es crucial llevar a cabo evaluaciones frecuentes del entorno laboral. Esto implica ajustar la temperatura y realizar las mediciones necesarias.

Las etapas para comprobar y asegurar que la oficina cumple con las normas de regulación térmica son las siguientes:

  1. Medición de la Temperatura: Utilizar termómetros precisos para registrar la temperatura en diversas áreas de la oficina, asegurando que se mantenga dentro del rango recomendado (de 17 a 27 grados Celsius para actividades sedentarias).
  2. Monitoreo de la Humedad: Verificar que los niveles de humedad relativa estén dentro de un rango aceptable, ya que esto influye en la percepción del confort térmico.
  3. Evaluación de la Ventilación: Confirmar que haya una adecuada circulación de aire fresco, fundamental tanto para la temperatura como para la calidad del aire.
  4. Inspección de Sistemas de Climatización: Realizar revisiones periódicas del funcionamiento de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado para garantizar su eficiencia y buen mantenimiento.
  5. Feedback de los Empleados: Recoger y analizar las opiniones y comentarios de los empleados respecto a su comodidad térmica, lo cual puede revelar aspectos que las mediciones técnicas no detectan.
  6. Análisis de la Distribución del Espacio: Examinar cómo la disposición de muebles y equipos afecta la distribución de calor o frío en la oficina.
  7. Revisión de Aislamiento y Sellado: Asegurarse de que puertas, ventanas y otras aberturas estén bien selladas y aisladas para evitar pérdidas de calor en invierno y excesivas ganancias de calor en verano.
  8. Consideración de la Exposición Solar: Valorar la cantidad de luz solar directa que entra en la oficina, ya que esto puede influir considerablemente en la temperatura interior.
  9. Cumplimiento de Normativas: Verificar que todas las medidas implementadas estén acorde con las normativas vigentes en cuanto a salud y seguridad laboral.
  10. Planificación de Mejoras Continuas: Según los resultados de la evaluación, idear e implementar mejoras continuas para optimizar el ambiente de trabajo.

¿Cómo Mejorar la Temperatura en tu Oficina?

Ajustar el termostato no es suficiente para mejorar la temperatura en la oficina y cumplir con la normativa. Este objetivo implica diversos elementos, dispositivos y acciones estratégicas que pueden marcar una notable diferencia. A continuación, te ofrecemos una serie de recomendaciones para conseguirlo:

Elementos y Aparatos

Sellado y Aislamiento de Ventanas: Optimizar el sellado de las ventanas y puertas para evitar la pérdida de calor en el invierno y la entrada excesiva de calor en el verano.

  1. Sistemas de Climatización Eficientes: Invertir en sistemas de aire acondicionado, calefacción y ventilación de alta eficiencia que ofrezcan un control preciso de la temperatura.
  2. Termostatos Programables: Implementar termostatos que permitan programar diferentes temperaturas para distintas horas del día.
  3. Cortinas y Persianas: Emplear cortinas y persianas para regular la cantidad de luz solar directa y minimizar el calentamiento excesivo.
  4. Higrómetros: Instalar dispositivos para medir y gestionar la humedad relativa dentro de la oficina.
  5. Ventiladores y Calefactores Portátiles: Proporcionar estos aparatos para que los empleados puedan ajustar la temperatura de su propio espacio de trabajo a nivel personal.

Acciones a Realizar

Formación del Personal: Educar a los empleados sobre el uso correcto de los sistemas de climatización y la relevancia del ahorro energético.

  1. Uso de Plantas en la Oficina: Las plantas no solo mejoran la calidad del aire, sino que también pueden regular la humedad y la temperatura.
  2. Políticas de Vestimenta Flexibles: Permitir una vestimenta más cómoda en meses cálidos o más abrigada en los fríos, para que los empleados se sientan a gusto con la temperatura.
  3. Reconfiguración del Espacio de Trabajo: Ajustar el diseño del espacio laboral para maximizar la luz natural y mejorar la circulación del aire.
  4. Sensibilización sobre el Confort Térmico: Concienciar a los empleados sobre la importancia de trabajar en un ambiente con una temperatura adecuada para fomentar su bienestar y productividad.
  5. Mantenimiento Regular de Equipos: Realizar revisiones periódicas de los sistemas de climatización para garantizar su funcionamiento óptimo.

Al aplicar estos elementos y llevar a cabo estas acciones, mejorarás significativamente la temperatura en tu oficina, asegurando el bienestar de los empleados y el cumplimiento de las normativas vigentes.